Una excelente opción de harina sin gluten, rica en fibras, baja en carbohidratos, con contenido graso de muy buena calidad. Puede sustituir a las harinas tradicionales (trigo, centeno, maíz, avena, arroz, etc.) en numerosas recetas, principalmente dulces, pero también saladas. En la cocina: La harina de coco debe representar entre el 15 y el 25% de la cantidad total de harina indicada en una receta. Sólo para determinadas preparaciones que no necesitan fermentar no es necesario mezclarla con otra harina (fondant, coulant de chocolate o crêpes, por ejemplo). Como la harina de coco tiende a absorber mucha agua, hace que las recetas queden más secas e incluso desmenuzables. Dependiendo del resultado deseado, puede que necesites añadir más líquido (leche o agua). Puedes añadir más huevos, miel, jarabe de ágave, semillas de chía o gelificantes (goma xantana o agar-agar) para ligar mejor una masa a base de harina de coco. Si sustituye la harina de trigo por harina de coco en una receta, asegúrese de acortar el tiempo de cocción. Como la harina de coco tiene un alto contenido en grasa, puede ponerse rancia fácilmente si se almacena de forma incorrecta. Guárdela en un recipiente hermético, lejos del calor y la humedad.